La práctica de artes marciales en los niños provoca una mejora del desarrollo motriz, aumentando en un alto grado el nivel de coordinación, y mejorando otras cualidades como la elasticidad, velocidad, equilibrio o la fuerza.

Con la práctica de este deporte obtendremos un alumnado con un equilibrio y un afán de superación que les acompañará durante mucho tiempo.

El objetivo principal de la actividad es iniciar en la práctica del Karate, conseguir la coordinación necesaria para practicar con eficacia las diferentes técnicas, y el aprendizaje de conocimientos básicos y katas.